martes, 27 de enero de 2009

Machismo como parapeto II

Hemos hablado en este blog de cómo se utiliza el machismo para justificar carencias propias. Esta forma de victimismo es especialmente relevante entre algunas ministras del gobierno Zapatero. Magadalena Álverez es la principal representante de esta corriente victimista, que tan buenos réditos produce en ocasiones. Extraigo sus últimas declaraciones de un una noticia publicada hoy en El País:

“Todos los portavoces, salvo el del PSOE, le han pedido responsabilidades políticas y ella les ha contestado atribuyendo a una posición machista, sin llegar a mencionar esta palabra, expresiones como la de su "pelea" con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. "Me piden autocrítica, ¿Qué quieren, que traiga un látigo y me fustigue aquí?", ha respondido Magdalena Álvarez.”

Declaraciones como esta no favorecen el avance de mujeres verdaderamente competentes. El feminismo de cuota del actual gobierno debería superar ya el ciclo. Una vez demostrado que efectivamente, la mujer puede ser tan incompetente como el hombre, es hora de promover a personas como Cristina Garmendia o María Teresa Fernández De la Vega, que demuestran que la capacidad y eficacia no es cuestión de “género”.

Castración psicológica

Por su interés, recomiendo este post de un blog hermano. Habla sobre el proceso de castración psicológica que muchas mujeres infligen a sus parejas, o también como este fenómeno puede darse en política.

Me han venido a la mente debates como el de Barack Obama y Hillary Clinton en las primarias americanas, dónde el primero tenía que tener mucho cuidado de no paracer condescendiente para no se tildado de machista, mientras que Hillary Clintón le acusaba de ser poco duro con Irán y de usar palabras vacuas. Ejemplos similares fueron los debates entre Nicolas Sarkozy y Segolene Royale o Joe Biden y Sarah Palin.

lunes, 26 de enero de 2009

Derecho a ser padre...o no serlo.

Las pruebas de paternidad en fetos para saber quién es realmente el padre del hijo están causando polémica en Reino Unido. Son consideradas poco éticas por algunos laboratorios o por los grupos antiabortistas. Parece ser que si se determina la ilegitimidad del niño, hay una mayor propensión al realizar un aborto. Aunque otras madres precisamente podrían utilizar el test para romper con su marido y rehacer su vida con el verdadero padre.

La noticia, en cualquier caso, me ha hecho reflexionar sobre los derechos de paternidad, que, básicamente, dependen de las decisiones que tome la mujer embarazada. Ya sabéis, nosotras parimos, nosotras decidimos. Si se queda embarazada, y el feto supone un estorbo para su vida material o espiritual, independientemente de que el padre se muestre dispuesto a acoger a ese niño, se aborta y santas pascuas. Si decide llevar a cabo el embarazo, aunque el padre haya mostrado su deseo de no reconocer a ese hijo por no estar preparado ni material ni psicológicamente, el hombre pagará la manutención de los dos. Incluso, en sentencias recientes, se ha obligado a padres a pagar la manutención de hijos que no eran suyos.

Quizás las pruebas de paternidad prenatales tengan implicaciones éticas, pero si como hombre te toca levantarte temprano para ir a un trabajo que detestas y mantener a tu familia, al menos debes saber que ese hijo u hijos son tuyos.

domingo, 25 de enero de 2009

Feminismo igualitario

Hoy, frases entresacadas de la prensa estadounidense, que hablan de un nuevo feminismo igualitario.

“La crítica feminista de las instituciones patriarcales ha derivado hacia una animadversión real, visceral y aterradora hacia los hombres y la consiguiente intolerancia hacia las mujeres que insisten en colaborar con ellos. [...] Las más destacadas feministas heterosexuales suelen plantear el potencial conflicto entre su feminismo y su heterosexualidad con el tono de quien pide disculpas” .- Daphne Patai, profesora de literatura comparada y estudios de la Mujer en la Universidad de Massachusetts

“Pienso que nuestro análisis de la forma que el género afecta la vida de cada cual debe de ser más equilibrado; que ya es hora de que empecemos a darnos cuenta de la forma que el sistema es también injusto con los hombres. Creo que ha llegado el momento de replantear el supuesto feminista de que los hombres disfrutan automáticamente de una vida mejor que las mujeres. Debemos de preguntarnos por qué: los hombres son agobiante mayoría entre los vagabundos y presos; cuando observamos que ocurre el mismo con los negros y los aborígenes, decimos que estos grupos merecen comprensión y ayuda; los hombres ocupan la mayoría de los trabajos peligrosos en nuestra sociedad: representan más del 90 por ciento de los accidentes mortales laborales; sólo los hombres están obligados por ley a alistarse en el ejército en América, y siguen enfrentándose a duras sanciones si se niegan; tienen un número de probabilidades de dos a a tres veces mayor de ser asesinados; los hombres mueren, en promedio, siete años antes de que las mujeres en Norteamérica (mientras que a comienzos del siglo XX, la diferencia era de un año); en conjunto, la tasa de suicidio de los hombres es cuatro veces más alta que la de las mujeres. No se trata de elegir entre dos opciones. Admitir que los hombres se enfrentan a determinados problemas debido a su sexo no equivale a negar que las mujeres no se enfrenten a los propios obstáculos. Ni se trata de una contienda. Es absurdo gastar energías tratando de demostrar cuál de los sexos lleva la peor parte. Actualmente, en Norteamérica, AMBOS sexos son desfavorecidos, cada uno en aspectos diferentes. Las personas interesadas por la justicia social deben preocuparse por el sufrimiento innecesario, con independencia de la persona afectada haya nacido con ovarios o con testículos. Sin embargo, muchas feministas ortodoxas no desean escuchar este mensaje. Algunas de ellas insisten que, debido a mis opiniones, no soy feminista de ninguna de las maneras. La conclusión parece ser que, para ser una "auténtica" feminista, debes elegir entre preocuparte por las mujeres o preocuparte por los hombres. Es absurdo. [...] Las personas que piden ser tratadas con justicia, respeto y compasión no pueden tener credibilidad si niegan esta justicia, este respeto y esta compasión a los otras” .- De “Soy feminista? / Am I a feminist?”, artículo de Donna Laframboise, periodista de uno de los dos grandes diarios canadienses y colaboradora de otros importantes diarios y revistas canadienses

“Esta sentimental insistencia en la inocencia femenina no favorecerá a las mujeres, que deben ser tratadas como seres humanos con capacidad para la agresión e igualmente responsables de sus actos [...] El lema ‘No hay excusa para la violencia doméstica’ no admite la excepción” .- Feminists Play the Victim Game / Las feministas se hacen las víctimas, al The New York Times, 26-nov.-1999.

“Debería de hacernos reflexionar el hecho que, mientras que el abandono paterno suele ponerse como ejemplo de la irresponsabilidad y de egoísmo masculino, más de un millón de mujeres norteamericanas se liberan [mediante el aborto] cada año de la carga de la maternidad (...) Para tomar seriamente la función paterna, es necesario que las mujeres asuman la obligación moral de compartir con sus parejas cualquier decisión sobre el embarazo” .- Cathy Young, *1963, feminista ruso-estadounidense , cofundadora en 1993 y vicepresidenta de The Women's Freedom Network

“Una feminista de género hace uso de las Estadísticas igual como un pez lo hace de una bicicleta” .-Editorial de la National Review, 27 de junio, 1994, por Christina Hoff Sommers, feminista igualitaria, profesora de Filosofía de la Universidad de Clark, especialista en ética y teoría moral contemporánea

“Las mujeres no deben sacrificar la personalidad si son madres. No deben sacrificar la maternidad para ser personas. Se suponía que la liberación ensancharía las oportunidades de las mujeres, no que las limitaría. El amor propio que hemos encontrado en nuevas búsquedas también se puede encontrar siendo madre” .- Elaine Heffner, psiquiatra y escritora norteamericana

Los medios son diversos, algunos, como el NYT, declarademente progresistas. En cualquier caso son párrafos que describen el creciente desencanto en una sociedad de la que España es imitadora ferviente y comparte gran parte de los problemas descritos por estas feministas genuinamente igualitarias. En el artículo “Soy feminista? / Am I a feminist?”, de Donna Laframboise, basta símplente con sustuir Norteamérica por España.

miércoles, 21 de enero de 2009

Sobre la ley integral que no integra a nadie

Una amiga jurista me envía un artículo, del que extraigo los siguientes párrafos:

"La Ley integral contra la violencia doméstica sigue la política de criminalización, eliminación de garantías e hipertrofia de la respuesta punitiva que, por lo visto, tan buena prensa logra. De aplauso de la opinión pública en aplauso de la opinión pública, hemos perdido de vista qué ha de ser un proceso penal, a qué fines sirve y qué riesgos sociales está llamado a conjurar.

Pero, además, la ley de marras ahonda en estos defectos con la previsión de medidas, si cabe, más aberrantes, como las conocidas (e inconstitucionales, algo que puede decirse tranquilamente incluso aunque el Tribunal Constitucional no se haya pronunciado aún) discriminaciones por razón de géneros (de sexo, que decía la Constitución). Y no vale que se me diga que junto a estos casos la ley está logrando también condenas justas. ¡Faltaría más! El problema es que las normas penales han de lograr condenas justas sin suponer el sínnumero cuadro de aberraciones que están dibujándose todos los días por los juzgados de violencia doméstica de España. Un solo caso de los señalados ya sería suficiente para alertar de que algo falla. ¡Qué no habrá que decir de los efectos de una norma que avergüenza a cualquier jurista responsable que haya tenido contacto con su aplicación práctica! ¿O acaso nos olvidamos del viejo adagio referente a la gravedad de condenar a un solo inocente?

Y cabe recordar, es de hecho pertinente, que todas estas aberraciones las consentimos, han de ser soportadas, en aras a lograr, nos dijeron en su momento (aunque no aceptáramos es lógica, no tuvimos más remedio que tragárnosla legislación mediante) una mayor eficacia. Las salvajadas jurídicas que contenía la ley de violencia de género, se nos decía, bien estaban porque ayudarían a resolver el problema, a paliarlo al menos. Y es aquí donde hemos de retornar lo que comentábamos antes porque, en efecto, una ley no ha de ser derogada porque no sea eficaz, porque siga habiendo crímenes. Incluso aunque haya más tras su aprobación. Pero sí ha de serlo cuando es una mala ley que ni resuelve ningún problema ni tiene visos de lograrlo en el futuro y que, para más inri, acaba creando otros, adicionales, y también muy graves.

A la vista está la incapacidad de la Ley integral de resolver el problema. Porque, como muchos dijimos en su día, no son ésas las medidas adecuadas para afrontarlo. Por eso, y porque era en potencia generadora de importantes quiebras a la seguridad jurídica y las garantías (como se ha demostrado), no tendría nunca que haberse aprobado. Nadie pareció querer darse por enterado, al amparo del argumento de la eficacia. Así que, por repugnante que sea tener que emplearlo, dado que es lo único que nos queda (si apelamos a principios somos tachados de peligrosos moralistas, de ingenuos biempensantes, de cómplices de los delincuentes), encomendémonos en esta hora a la Diosa de la eficacia y preguntémonos por los motivos que avalarían la continuidad de una norma que ha demostrado no servir para atajar el problema, que ha probado fehacientemente que es como mínimo un instrumento igual de ineficaz que el modelo represor anterior. Volvamos, pues, a las viejas normas, al tradicional sistema de represión anterior a estos engendros discriminadores, establezcamos una misma pena para cualquier persona que mate a otra (con sus correspondientes agravantes si concurre una situación de superioridad, o alevosía, o lo que sea) y, al menos, ahórremonos la vergüenza de las condenas que, si no actúa el Tribunal Constitucional, nos lloverán en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos."

Otros países pioneros en el establecimiento de esta leyes sexistas se plantean una vuelta a parámetros jurídicos más racionales. Los partidos políticos españoles, tan dados a la demagogía de "género", ¿cuando imitarán y recogerán en sus programas las correcciones a unas leyes que maginifican los problemas que tratan de resolver?. Aunque la propaganda del gobierno diga que nuestras leyes de "igualdad" son la envidia de media mundo, lo cierto es que políticos/as de EEUU, Finlandia, Suecia o Reino Unido se cuestionan desde hace años la eficacia de legislar mediante el rencor de "género".

lunes, 19 de enero de 2009

¿Discrimina el feminismo a los hombres?

Soy un ávido lector de los libros de Warren Farrel, considerado uno de los principales valedores del masculinismo estadounidense. En el libro recientemente publicado, “Does feminism discriminates against men? (¿Discrimina el feminismo a los hombres?)”, Warren Farrel establece un interesante debate con James P. Sterba, autor muy cercano al feminismo militante.

Sugerir, aunque sea veladamente que el feminismo discrimina a los hombres es herejía en ciertos círculos bien pensantes españoles. Aún así, si estáis dispuestos/as a dejar vuestro prejuicios, la lectura de este libro ampliará vuestros puntos de vista en el entendimiento entre hombres y mujeres.

Es necesario establecer un debate sereno y racional sobre las diferencias que existen entre los hombres y las mujeres, fuera del corsé ideológico al que nos somete la ideología de “género”. Farrell and Sterba hacen un excelente trabajo. En particular, Farrel presenta sus ideas de una manera única y con tal convicción que incluso las feministas radicales encontraran aspectos que pueden asumir como propios y les ayudarán a comprender por qué los hombres son como son. Un libro de lectura amena, en el que se pueden encontrar más sorpresas por página que en muchos best sellers que se supone descifran códigos desconocidos.

Disponible en Amazon.

sábado, 17 de enero de 2009

Heroísmo masculino


La serie de más audiencia en la televisión española, Aída, muestra cada semana una galería masculina que va desde la pusilanimidad, el cretinismo, el “landismo”, el machismo más cutre o el amaneramiento más grosero. En general, es el nuevo modelo “masculino” que nos presentas las comedietas españolas de hoy en día. Además, este patrón que ridiculiza al hombre por el hecho de ser hombre, lo importamos en series, supuestamente infantiles, como Los Simpson o Padre de familia. Por no hablar de la nueva publicidad, que nos considera inútiles crónicos a la hora de apretar el botón de la lavadora, o en un alarde de igualdad a la inversa, nos convierte en objetos sexuales, como en aquel anuncio de Coca Cola en el que varías mujeres babean ante el chico musculoso.

Es por ello reconfortante leer noticias como la siguiente, en la que un hombre aparece como héroe. Chesley Sullenberger (ver foto), piloto de un avión de pasajeros, logro salvar la vida de todos ellos realizando una arriesgada maniobra de amerizaje sobre un estrecho río. En esta acción, exhibió muchas de las cualidades masculinas positivas, hoy en día enterradas entre gracietas de “género”: control del estrés, estoicismo y frialdad ante situaciones de peligro, reflejos, capacidad de concentración, caballerosidad (no abandonó el avión hasta que el último pasajero estuvo a salvo), sacrificio en beneficio del bien común…ningún personajillo de serie española osaría mostrar estas cualidades.

Y termino lanzando las siguientes preguntas. ¿Por qué los hombres copan las profesiones de riesgo, que exigen muchas veces el auto sacrificio en aras de la protección de la sociedad?. ¿Por qué asumen los trabajos más ingratos, si se supone que son intrínsecamente egoístas, estructuralmente violentos y e incapaces del sacrificio?. ¿Un piloto de líneas aéreas o un cirujano deben ganar lo mismo que una azafata o una pediatra?. ¿Debemos establecer cuotas para que las mujeres asuman profesiones de riesgo?. ¿Deberían establecerse cuotas masculinas para aquellas profesiones que suponen un menor riesgo?. ¿Se subiría usted a un avión pilotado por una persona de cuota?.

jueves, 15 de enero de 2009

Machismo como parapeto I

El machismo se utiliza ya como parapeto de cualquier cosa que desagrade a una mujer, incluso a un proyecto de mujer.

Mi hija sin ir más lejos, si le reprendo con firmeza, me llama machista, si lo hace mi pareja, obedece sin rechistar. Y cuando me llama machista, simplemente lo hace como un lorito, como algo malo que presume, por lo que ve en TV, que forma parte del hombre. Las noticias y las comedietas costumbristas españolas, por las que afortunadamente ha perdido interés, proyectan la imagen del hombre "machista" y cretino que modela las consciencias de nuestras hijas (y, lo que es más alarmante, deja inermes a nuestros hijos).

El hecho de que colabore en las tareas domésticas, que vaya a buscarle al colegio, que sea yo quien hable con sus profesores y que haya asumido roles “femeninos” en mi casa no merma sus quejas hacia el machista de su padre, que le exige en los estudios lo mismo que a su hermano. En fin, lo mismo que me llama machista, podría llamarme fascista, otro término comodín hoy en día. Si es el precio que tengo que pagar para que no sea una mujer cuota el día de mañana, seguiré escuchando sus palabras con el profundo amor de padre que le profeso.

Pacifismo de "género"

Según el feminismo radical, la dirección femenina del mundo acabará con las guerras.

Sin embargo, todos hemos oído en campaña electoral decir a Hillary Clinton, “progre” americana, que “un ataque de Iran a Israel significará una respuesta masiva y letal de EEUU”. Incluso hoy, cuando habla de diplomacia inteligente, añade que en ocasiones será necesario utilizar la fuerza. Golda Meir, socialdemócrata, en la guerra de los Seis Días, demostró la misma determinación guerrera que cualquier hombre. Margaret Thatcher, conservadora, laminó las Malvinas. Y la ministra Carme Chacón, “progre”, está preparada para enviar más tropas a Afganistán, ya que según sus palabras, “nuestras tropas luchan por la defensa de nuestros principios.”

Todos son ejemplos de mujeres y de posiciones políticas diferentes en las que late un fondo bélico que trasciende a la ideología de género. Aunque las feministas estarán prestas a añadir que los ejemplos que he puesto reproducen los modelos de dominación patriarcal que han aprendido.

jueves, 8 de enero de 2009

El gobierno de los mejores

Leído hoy en El Mundo: "Hay gobiernos que nombran mujeres sin experiencia o calidad para altos puestos, y afirman que han dado un paso hacia delante en el progreso. El de Estados Unidos no es uno de ellos. Las mujeres de Obama están allí no sólo porque son mujeres, sino aún más porque tienen una vida de experiencia política." (Henry Kamen, historiador).

Barack Obama, presidente electo de EEUU, está decidido a formar un gobierno de los mejores. La situación de su país requiere, al igual que la española, de las mejores mentes. Barack Obama no va a tener un gobierno paritario por decreto, como el formado por Zapatero en sus dos legislaturas, en el que el "género" prime sobre las capacidades y experiencia como criterio de elección. Sin embargo, su gabinete estará formado por mujeres de sólida experiencia política y contrastados méritos para el cargo. Hillary Clinton, por ejemplo, diseñará su política exterior. Nancy Killefer, colaboradora de Bill Clinton, y con una dilatada experiencia como consultora, dirigirá el nuevo Departamento de Rendimiento, encargado de "eliminar lo que no necesitemos, lo que no funcione y mejorar las cosas que funciones", según palabras de Barack Obama. Conforme a los dos primeros parámetros, ministerios como el de Igualdad nunca verán la luz en un gobierno Obama. Janet Napolitano será responsable del departamento de Seguridad Nacional, Susan Rice, embajadora en la ONU...aparte de numerosos nombramientos femeninos de segundo nivel, que no saldrán en las fotos paritarias, pero que también ejercerán una poderosa influencia en la toma de decisiones de la primera potencia mundial.

Esa sangre nueva femenina contribuirá a revitalizar la imagen exterior de EEUU, tan necesitada de mejora tras el debacle Bush (curiosamente, uno de los miembros más importantes y valorados del gobierno ha sido mujer y afroamericana, Condolezza Rice).Los nombramientos femeninos de Obama tendrán responsabilidades reales y no cosméticas. Están ahí por sus capacidades, no por ser mujeres. Quizás la politica exterior con Hillary Clinton sea tormentosa, pero asumirá sus responsabilidades sin colgar a nadie de la catenaria, como nuestra Magdalena Álvarez. Janet Napolitano asumira con sobriedad y patriotismo la Seguridad Nacional, y es dudoso que en su labor prime la imagen sobre el contenido, a cuyo cultivo es tan dada nuestra ministra de Defensa.

En resumen, Obama conformará un gobierno formado por los mejores hombres y mujeres de su país. Debería tomar nota Zapatero cuando visite la nueva Casa Blanca.